lunes, 16 de mayo de 2011


Son esos días en los que decides desaparecer, en los que no quieres otra cosa que estar en la cama, tirada, pensando en cuantas cosas hiciste, en cuantas no deberías haber hecho, en cuantas podrías mejorar y en cuantas estuvieron bien. Necesitas minutos, horas, días, semanas para asimilar lo que se te viene encima. Si decides soportarlo, sólo piensa en cuantas veces dijiste "no puedo", en cuantas veces alguien te dijo "sí puedes", en cuantas veces te animaste gracias a esas dos palabras, en cuantas veces te caíste y te volviste a levantar, pero también piensa que siempre hubo alguien ahí, para ver cómo te caías, para ver como fracasabas, para reírse de ti, para echarte en cara que era mejor que tú. Ahora que estás arriba, la miras sin decir nada más, porque es verdad eso que dicen: una mirada vale más que mil palabras.

2 comentarios: